martes, 3 de mayo de 2011

Así NO!

Cada vez que salgo a la calle me pregunto si es que con el tiempo yo me estoy volviendo hipersensible o si los hombres cada día pierden un poco más el filtro. Ya no se puede caminar ni siquiera dos pasos sin escuchar un comentario desubicado y totalmente asqueroso. Pareciera como que la costumbre de los obreros se hubiese expandido y ahora todos los hombres lo adoptaron como un hábito.

Para colmo ahora resulta que es NUESTRA culpa porque nosotras somos provocativas. Si nos ponemos una pollerita “la zorra quería que se le vea el culo”, si optamos por las calzas “es tu culpa porque se te marcaba la tanga” y ni hablar si te pones botas altas “porque sos un intento de gato barato”… entonces yo me pregunto en que momento se creyeron lo suficientemente importantes como para decidir como tengo que vestirme por el simple hecho de que ellos viven con la leche acumulada y lo que me ponga puede derivarles en una erección!

Momento en el que pones un pie en la vereda, momento en el cual empiezan los tiritos. Está el que se enamoró a primera vista, el estúpido que casi choca porque se quedó mirando como tu ojete se meneaba de un lado al otro, y el viejo pajero que podría ser tu padre, tu abuelo o tu tío que lo único que le falta es el hilito de baba que se le va cayendo mientras te mira las gomas a medida que pasas por al lado. QUIERO CAMINAR Y QUE MIS TETAS REBOTEN SIN TENER QUE PENSAR EN COMO DESPUES SE VAN A CLAVAR UNA PAJA PENSANDO EN LA TURCA QUE PODRIAN HACERSE.

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